martes, 16 de febrero de 2016

GUIRNALDAS QUE TE CUELGAN HOY DEL TALLE... / Un cuento breve de José Ignacio Restrepo

EL CANTAOR DE PANES



No lo veía venir por esa acera gris desde hacía dos mañanas, y la verdad era que ya había comenzado a preocuparse. No porque tuviera que hacerlo. A él no la unía sino el maldito compadrazgo de su inconfeso deseo. Pero, él era muy cumplido, su labor había adquirido reconocimiento por la calidad de su producto y también por el respeto al cliente, lo que en esta pequeña escala de comercio barrial y de historias incompletas traducía en que pasaba por aquí día por medio con sus pandebonos de dicha recién hechos, aun calientes...Se podían saborear sus manos, sobre la harina bendita no hacía media hora.

Miguel era su nombre. A ella desde la infancia le encantaban los nombres bíblicos pero sobre todo aquellos que correspondían a arcángeles y figuras no humanas, claro, algunos también le daban miedo. Sus facciones vagamente italianas le producían un calor en la piel que se aguantaba. Pero ella sabía que él distinguía de esas cosas y había preferido traerlo hasta acá sin revelarle ese todo suyo de la historia, dejando que fuera el deseo de él, su paso formal gritando ¡pandebonos! unas cuantas casas antes, ese detalle que le probara que no eran sus monedas las que hacían que cantara su producto una y otra vez, cada semana.

Dos años y hoy faltaba su voz varonil, que lanzada como piedra de honda llenaba sin esfuerzo toda la cuadra. Dónde andará Miguel se preguntaba, pero su pregunta era más bien, ¿se habrá cansado de venir por acá?, ¿ya no querrá intercambiar cosas un rato? O acaso habrá descubierto una ruta mejor, es tan grande esta ciudad y crece cada día tanto...

Desde el martes penaba y es pena sincera ya no la dejaba ni hacer las cosas diarias. Lavar fue un castigo aún mayor que hacer la comida, pero hizo ambas cosas rápido pues ya sabía que su alma había contraído un mal eterno y el único remedio era saber de ese hombre. Se calzó sus zapatos tenis porque estaba decidida a caminar más calles de las que normalmente medía con sus patas flacas, pues el delirio que había descubierto no se iba a calmar sino con encontrarlo. averiguar por lo menos que él estaba bien, que no le había pasado algo malo, irremediable.

Pasó antes por la iglesia para persignarse frente al Altísimo, y después subió algunas cuadras. En el Vergel torció para llegar a la cima del estadio, pues él le había dicho alguna vez que siempre había imaginado poner un puesto allí, bajo los rododendros floridos en mitad de estación. Dio una vuelta y después otra, por si las moscas, pero Miguel no tenía por allí puesto alguno. Es éso vio a una chica que corría enfundada en un vestido de colegio y dejó ir la vista por unos instantes, pues era como descansar el alma de tanto pensamiento malo que había estado soportando. La niña seguro se llamaba Esperanza pues corría como si ignorara todos los males del mundo.

Ya se iba de allí con la mirada ciertamente refrescada cuando sintió ese aroma en el aire...

- No me confesarás que venían en mi busca, pero al menos te habrán hecho falta mis pandebonos calientes...Hola Alicia, ¿supiste que estuve muy enfermo?

Y entonces la sonrisa que se había marchado hacía días de su rostro, volvió...sintió que la voz de Miguel y ese aroma a pan fresco le estaban colgando guirnaldas en el alma...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©


2 comentarios:

  1. ...no, no, y no...porque para mi un regalo destes de mi AMIGO BUENO?
    ...sabes me sienti una niña a quien lle estavan cuentando una história de Saint Exupery, para la entretener de sus males y la hacer olvidar los contratiempos porque está viviendo...si como si fueras mi hermano gemelo y sentirias lo mismo que yo, lograste hacer un cuento sencillo, profondo y muy atrapador......Que lindo!!!
    Lo tiempo és siempre tan leve y tan profundo que entra por los mis ojjos y yo no véo lo camino y me embre
    no en la floresta adonde habitan los duendes y los animales féos y malos....és cuando yo me recordo de lo cantator de panes, mi gusto y alimento, pero lo ruído de las cascatas me llena los oídos y yo no te oígo ni tu apregoas "panes dulces y fresquitos" porque sabes que no puedo te oír, ni que apenas estvisses a vinte passos de mi.....
    lo olor de las flores és tan fuerte que desfalezo y me caigo.....mismo que pases por mi no me podrás veer...estoy como muerta.... Lo panadero está tan lejjos de acá como del otro lado de la montaña pero yo lo véo, lo oigo y lo siento como se me estuvira estendendo su mano con lo pane calientito....
    "Y entonces la sonrisa que se había marchado hacía días de su rostro, volve...sintió que la voz de Miguel y ese aroma a pan fresco le estaban colgando guirnaldas en el alma...y las dolorosas dolores se van corriendo por otros senderos......
    No he resistido a completar la estoria......un te abrazo y un gracias enorme, mi Amigo tan Amigo.....<3


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    1. Gracias a ti querida Maria...verte poner el pie sobre estas flores sencillas pone sonrisas en mi rostro cual guirnaldas de fiesta...un mil abrazos amiga buena...

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