jueves, 10 de julio de 2014

LA SENDA REVESTIDA DE SECRETOS QUE NO QUIERES SABER...

ESTOY AQUÍ...AÚN NO PASA NADA
por José Ignacio Restrepo


Ya no estaba en la sala de Neonatos, pero seguía berreando con la fuerza de sus dos pequeñísimos pulmones. Como si augurara ese oscuro porvenir, que venía a encontrarla desde los cuatro puntos cardinales. Como si supiera que no tenía a nadie, nadie de su propia sangre, dispuesto a hacerle parte de su prole, a darle un apellido tras ponerle con un cura nombre, a empeñar obtenidas potestades en la salvaguarda de su vida, a enseñarle señales perentorias, y el sentido de lo perenne o fugitivo...a darle sin más su propia vida. Lloraba con la piel encogida y sonrosada, como la primera vez, que fue justo hoy hace seis días. Aún sin nombre, sin cábala, molesta por el orden de los astros que la dejaron acá tan sin consulta, y ella aún sin nada que decir. Solo mostrar sin avaricia alguna, el supremo descontento que la llena por todo esto que pasa.

La enfermera entra, la mira por solo dos segundos. Ella, se dice por fin, esta gente escucha. Pero se va como entró, su fuerte llamada no vasta para poder convencerla. 

Luego, entra una mujer vieja y gorda, pero que habla para sí...

-  A ver, a ver, mi querida niña, lo que tienes es ganas de tu tibio tetero, yo sé, yo sé...A mi también me molestaba que no me tomaran en cuenta. Cuando la gente no llegaba con mi primer gritito, yo les daba cien más, de los mismos pero multiplicados, hasta que hacían acto de presencia...Y siempre he gritado fuerte.

Pues dicho y hecho, Extrajo de alguna parte el bonito biberón rosado, y lo puso con maña entre mi boca, sin apretarlo, solo esperando que yo comenzara a mamar igual que si fuera el pecho hinchado de mi madre. Se quedó conmigo hasta que logré extraer toda la leche que traía, y mientras me contó dos cuentos y medio, sobre su bello Portugal, que era de  donde ella venía.  Me secó la boca, me limpió un poco los ojitos, y por último me revisó el pañal, que seguía limpio. Se fue al terminar, entonando una canción de cuna sobre un mar que no tenía playa alguna.

Era rico verla, con su gordura redonda, sus manitos cuajadas y sus ojos siempre sonrientes. Quisiera que viniera más frecuentemente, tal vez ella supiera mejor qué era este  lugar, donde estaban los otros niños, por qué no venía su mamá.

A ella quizás podría confiarle que comprendía todo, que no podía hablar pero captaba en los demás esos actos de lenguaje, y podía aceptar lo que le dijeran, fuera lo que fuera.

Un poco más allá, en el cuarto diagonal a este sobre el mismo pasillo, estaban todas las respuestas a su llanto y su queja. ¿Porqué no estaba aquí su madre? porque estaba en el hospital, ¿dónde estaban los demás bebés?...estaban en el pabellón de Recién Nacidos, aquí se extraen órganos, o Médula Ósea, para ponerla en otros, para que otros puedan vivir un poco más.

Nadie le iba a decir que era un bebé de prueba, que había llegado aquí pero no viviría mucho tiempo, a pesar de estar completamente sano, o precisamente por éso.

Duérmete bebé de prueba, busca en sueños la salida, de esta tierra dantesca.

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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6 comentarios:

  1. Duérmete bebé de prueba, busca en sueños la salida, de esta tierra dantesca…… Precioso querido poeta, bellísimas letras y los sueños de los niños pueden realizarse. Gracias querido poeta, un abrazo.

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  2. ....Amo la magia, que pones a todas tus letras....gracias por compartir tanto de tu intelecto...fuerte abrazo.

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    1. Tan contrario tu nombre a tu energía, Dolores querida... Gracias por venir a leer, esta tarde ya noche... Abrazos!

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  3. Ni siquiera nos ponemos a pensar en los bebés de prueba que no tienen madres que los protejan y son alimentados por biberones esterilizados pero fríos, muchas veces hasta que se les revientan los pulmones sin saber que tienen de atroz destino ser abiertos y descuartizados y otras madres esperando que estén sanos hasta que mueran y salvar al propio que están afrentados con la muerte....Lid de vida de causas que al cerrar mis ojos, lágrimas sucedieron... ¡¡Es tremendo!! Gracias y abrazos...

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    1. A veces es el dolor ese espejo, para mirar lo que hacemos y no hacemos, camino de senderos que se bifurcan para aprender qué hacer, quienes ser en el futuro por venir...Gracias por venir a leer, querida Karelia, te alargo mi abrazo...

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